La guardia del presidente surcoreano Yoon Suk Yeol impidió este miércoles a un equipo especial de la policía registrar sus oficinas en el marco de la investigación por insurrección por la controvertida y breve declaración de una ley marcial la semana pasada.
La insólita medida dejó en el limbo el cargo de Yoon y se ha llevado por delante a altos cargos como el ex ministro de Defensa.
En la noche del 3 de diciembre, Yoon declaró la ley marcial y envió soldados y helicópteros al Parlamento en un aparente pero fallido intento de evitar que la mayoría opositora votara en contra del decreto.
Profundamente impopular entre la sociedad surcoreana, Yoon escapó a una primera moción de destitución gracias al boicot de los diputados de su partido, pero el sábado se enfrentará de nuevo a una segunda moción presentada por la oposición.
Entretanto, el presidente conservador tiene prohibido dejar el país por la investigación de “insurrección” a la que son sometidos él y su círculo cercano.
El miércoles temprano, una unidad especial de investigación anunció “un allanamiento en la oficina presidencial, la Agencia Nacional de Policía, la Agencia de la Policía Metropolitana de Seúl y el Servicio de Seguridad de la Asamblea Nacional”.
Sin embargo, horas después, un portavoz policial explicó que los investigadores habían podido acceder a las oficinas de los funcionarios públicos, pero no podían entrar al edificio principal “debido a las restricciones de acceso impuestas por los guardias de seguridad del presidente”.
La oficina del presidente no estaba disponible de inmediato.
Segunda moción de destitución
En el plano político, Yoon sobrevivió a una moción de destitución el sábado en el Parlamento, rodeado por decenas de miles de personas que, pese a las gélidas temperaturas, se congregaron para exigir su dimisión.
Desde entonces, cada noche tienen lugar protestas similares de menor tamaño contra el presidente, cuyos índices de popularidad están en mínimos.
Un grupo especial creado dentro del Partido del Poder Popular (PPP), de Yoon, propuso el martes un plan para que el presidente dimita en febrero o marzo y se celebren elecciones entre abril y mayo.
Sin embargo, la propuesta no ha sido todavía adoptada por el conjunto del partido conservador, que parece dividido sobre la cuestión.
Incluso si se aprobara, la hoja de ruta difícilmente detendrá la segunda moción de destitución presentada por la oposición, que se debatirá el sábado a las 8:00 a. m. locales.
Con mayoría de 192 sobre 300 escaños en la cámara, la oposición precisa de la deserción de ocho miembros del PPP para alcanzar la mayoría de dos tercios necesaria para la aprobación.
La semana pasada, dos diputados del PPP ya votaron a favor y otros dos han anunciado que harán lo mismo en esta ocasión.